Sólo en Dios descansa mi alma, porque de él viene mi salvación; sólo él es mi roca y mi salvación, mi alcázar: no vacilaré.
A.- ¡Sólo en Ti, oh Dios, encuentra descanso mi alma! * ¡De Ti viene mi salvación! ¡Sí! ¡Sólo Tú eres mi roca y salvación! * ¡Eres la fortaleza que me hace estar seguro!
¿Hasta cuándo arremeteréis contra un hombre todos juntos, para derribarlo como a una pared que cede o a una tapia ruinosa?
B.- ¿Hasta cuándo, Señor, todos esos me atacarán juntos a mí solo * para derribarme como a un muro agrietado o pared que está por derrumbarse?
Sólo piensan en derribarme de mi altura, y se complacen en la mentira: con la boca bendicen, con el corazón maldicen.
A.- ... Sólo piensan en tumbarme de mi puesto y su placer es la mentira: * ¡Echan bendiciones con la boca, pero en su interior ellos maldicen!
Descansa sólo en Dios, alma mía, porque él es mi esperanza; sólo él es mi roca y mi salvación, mi alcázar: no vacilaré.
B.- ¡Sólo en Ti, oh Dios, encuentra descanso mi alma! * ¡De Ti brota mi esperanza! ¡Sólo Tú eres mi roca y salvación! * ¡Eres la fortaleza que me hace estar seguro!
De Dios viene mi salvación y mi gloria, él es mi roca firme, Dios es mi refugio.
A.- ¡Para mí la paz y la gloria están en Ti, Dios mío! * ¡Tú eres mi roca fuerte y mi refugio!
Pueblo suyo, confiad en él, desahogad
ante él vuestro corazón,
que Dios es nuestro refugio.
B.- ¡Que tu Pueblo confíe siempre en Ti y desahogue en Ti su corazón! * ¡Tú eres, Señor, nuestro refugio!
Los hombres no son más que un soplo, los nobles son apariencia: todos juntos en la balanza subirían más leves que un soplo.
A.- ... En cambio, sólo un suspiro es el común de los mortales / y mera apariencia los hombres importantes: * si en un platillo de balanza se pusieran todos juntos, - subirían comparados con un soplo.
No confiéis en la opresión, no pongáis ilusiones en el robo; y aunque crezcan vuestras riquezas, no les deis el corazón.
B.- ¡Que no confiemos, Señor, tampoco en la violencia ni esté nuestra esperanza en el soborno! * ¡Que a las riquezas, aunque abunden, no apeguemos nunca el corazón!
Dios ha dicho una cosa, y dos cosas que he escuchado: «Que Dios tiene el poder y el Señor tiene la gracia; que tú pagas a cada uno según sus obras.»
A.- Una cosa, Señor, has dicho y muchas veces la he oído: * “Que tuyos son el poder y la bondad / y que al mismo tiempo Tú a cada uno recompensas según sus obras”.
T.- ¡Gloria al Padre …
Señor, Dios poderoso y misericordioso, mi paz y mi descanso sólo pueden venir de Ti y no de los hombres ni de la riqueza y menos aún del engaño o la violencia.
Señor Jesús, juez justo y bondadoso, en tu corazón está nuestro descanso, ayúdanos a no fincar nuestra paz ni en el dinero ni en las palancas humanas y que no convirtamos tu bondad en motivo de opresión y engaño contra nuestro prójimo.
1.- “Todo lo que Yo les he dicho es para que, estando unidos conmigo, tengan paz a pesar de las dificultades y sufrimientos de este mundo”, dice Jesús, el Señor (Jn. 16, 33).
2.- “Vengan a Mí todos los que están cansados y agobiados y Yo les daré descanso”, dice Jesús, el Señor (Mt 11, 28s.).
3.- “Tengan mucho cuidado con toda clase de avaricia, porque, aunque se nade en la abundancia, la vida no depende de las riquezas”, dice Jesús, el Señor (Lc 12, 15).
4.- “Vuelve tu espada a su vaina, porque quien toma la espada a espada morirá”, dice Jesús, el Señor (Mt 26, 52).
5.- “He aquí que vengo pronto y conmigo mi recompensa, para dar a cada uno según sus obras”, dice el Señor (Ap. 22, 12).
1.- ¿Pones tu seguridad y tu felicidad en ser rico o en llegar a serlo?
2.- ¿Dios es realmente para ti tu descanso y seguridad?
3.- ¿Crees que con la violencia se arreglan las injusticias y se frena la violencia?
4.- ¿Crees que tu seguridad y tu vida dependen de algún ser humano, incluso del que más te quiere y te protege?
5.- ¿Te has puesto a pensar que en el momento del juicio ante Dios, no valdrán las palancas de poder ni las riquezas, sino sólo tus mismas acciones buenas o malas?
P. Alfonso Diez de Sollano, SDB